martes, 18 de noviembre de 2014

Tic, tac.

Creo que es el momento de que me des cuerda,
pero cuidado;
algunos engranajes del reloj de mi pecho
están algo oxidados
y me puedo romper.

Las cicatrices ya no están
para escocer,
para hacerme temer,
existen para recordar,
recordar que he sobrevivido a esta guerra.

Aprende a caerte,
a hacerte heridas,
a equivocarte;
eso te hará fuerte y, cuando pierdas el miedo,
serás invencible.

Y esta noche,
que mis escudos han sido desactivados,
acércate,
dale cuerda a la llave que sale de mi pecho
y túmbate a mi lado,
escuchando el tic, tac del tiempo.

4 comentarios:

  1. Acabo de caer aquí a través de otra web :)
    Me encanta el buen rollo del poema; que a pesar de las cicatrices, los pedazos en los que nos desintegramos cuando nos rompemos, las heridas, siempre hay una puerta que abrir, escuchando ese tic tac :D
    Besitos.

    Miss Carrousel

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    1. ¡Hola Miss Carrousel! Muchas gracias entonces por dejarte caer por este pequeño espacio, leerme y dejarme un comentario, se agradece :D Me alegro de que te haya gustado, espero seguir viéndote por aquí ^^. Un abrazo muy grande.

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