Creo que es el
momento de que me des cuerda,
pero cuidado;
algunos engranajes
del reloj de mi pecho
están algo oxidados
y me puedo romper.
Las cicatrices ya no están
para escocer,
para hacerme temer,
existen para
recordar,
recordar que he
sobrevivido a esta guerra.
Aprende a caerte,
a hacerte heridas,
a equivocarte;
eso te hará fuerte
y, cuando pierdas el miedo,
serás invencible.
Y esta noche,
que mis escudos han
sido desactivados,
acércate,
dale cuerda a la
llave que sale de mi pecho
y túmbate a mi
lado,
escuchando el tic,
tac del tiempo.
Acabo de caer aquí a través de otra web :)
ResponderEliminarMe encanta el buen rollo del poema; que a pesar de las cicatrices, los pedazos en los que nos desintegramos cuando nos rompemos, las heridas, siempre hay una puerta que abrir, escuchando ese tic tac :D
Besitos.
Miss Carrousel
¡Hola Miss Carrousel! Muchas gracias entonces por dejarte caer por este pequeño espacio, leerme y dejarme un comentario, se agradece :D Me alegro de que te haya gustado, espero seguir viéndote por aquí ^^. Un abrazo muy grande.
EliminarMe gusta :) sí, señor!
ResponderEliminar¡Muchas gracias Marta! :)
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