Con la fabulosa participación de Miss Carrousel
Veinte minutos de retraso. Maldigo una y otra vez al semáforo que parece no querer ponerse de color verde. No me gusta llegar tarde a nuestra cita. Bueno, cita no es el término más adecuado. De hecho posiblemente no sabrás que existo. Ves tantas caras cada día que seguramente habré pasado completamente desapercibido. Cómo me gustaría arriesgarme y decirte, pese a que estés al otro lado del mostrador de tu tienda de panes, que estoy enamorado de ti, hasta el último de tus átomos, pese a que seamos unos desconocidos.
Por fin llego a tu tienda y allí estás, radiante como siempre, llenando con tu belleza hasta el último de los rincones del local. Hoy estás distinta, te has pintado de rojo los labios.
Mi primer pensamientos es algo egoísta, pienso que lo has hecho para llamar mi atención, pero la parte racional de mi cabeza me recuerda que posiblemente no sepas que existo. A veces me gustaría callar esa voz y pensar solo con el corazón.
Seguramente tengas pareja y hoy sea vuestro aniversario. Él sería un hombre muy afortunado. Cerrarías la tienda después de terminar tu turno. Te llevaría a un bonito restaurante. Recordaríais cuando os conocisteis. Besaría tus labios desde el rincón más bonito y apartado de la ciudad.
Vuelvo a la realidad y ya es mi turno, tardas lo suficiente con ese cliente como para que los pensamientos se vayan de mi cabeza. Comienza nuestra corta conversación de todos los días.
– ¿Qué quieres? – me preguntas.
A ti, joder. A ti y mil veces a ti. Quiero quitarte el pintalabios besándote hasta que no sintamos nuestras bocas. Quiero poder jugar con tu pelo entre mis dedos. Quiero saber a qué sabes, a qué olería mi cama si decidieses pasar más de una noche en ella. Que siento que estoy enamorado hasta por las cosas que desconozco de ti. Me vuelvo loco por conocer el número de pecas que tiene tu cuerpo. Me vuelvo loco por escuchar tu risa. Me vuelvo loco por memorizar con mis labios y dedos cada esquina de tu cuerpo. Seguramente si me escuchases pensarías que estoy completamente loco, pero acepto este tipo de locura si formas parte de ella.
– Una barra poco cocida – contesto finalmente.
No, no me atreví a decírtelo. Como otro de muchos días. Tus ojos se clavan en los míos y siento que el corazón me deja de funcionar. Estamos frente a frente y llega hasta mí tu dulce olor a vainilla. Quiero retener este momento un poco más.
– ¿Podrías ponerme dos, mejor?
Se cuela un leve silencio y me parece imaginar que algo se pasa por tu cabeza, pero seguramente sería que te ha pillado por sorpresa que decida añadir otra barra de pan. Se la daré a algún mendigo, ya que siempre me sobra pan, pero necesito alargar esto, que es algo pero a la vez es nada.
Entra otro cliente en la tienda y te pones a charlar con él mientras me preparas las barras. Definitivamente no creo ningún tipo de interés hacia ti. Como me gustaría poder intercambiar más palabras que las de todos los días. Que no sean frases que le dices todos los días a tus clientes, sino algo único que solo tengamos tú y yo, que nos ayuden a conocernos más y más, atravesando todas las capas hasta conocernos como a la palma de nuestras manos.
Envuelves con toda tranquilidad mis barras de pan y las dejas sobre el mostrador. Me parece imaginar que tus mejillas se sonrojan. Me gustaría ser el motivo que acelera a tus pulsaciones.
– Son dos euros – dices al fin.
Saco uno de mis billetes y espero a que me traigas el cambio. Nuestras manos se tocan al recibirlo. Noto que mi vello se pone de punta al notar tu tacto contra el mio. Otro momento que me gustaría alargar durante días, meses e incluso años. Pero no va a ser así. No soy el correspondido, no voy a tener la suerte de ser esa persona que ocupe el lado de tu cama y el de tu corazón. Te miro a los ojos para ver si consigo transmitirte con ellos todo lo que mis labios no se atreven a decirte.
– Muchas gracias – digo dándome por vencido.
– A ti – contestas con un susurro.
Me doy la vuelta y salgo por la puerta. Mis piernas caminan ágilmente y algo dentro de mí me grita que me de la vuelta y vaya a por la chica de mis sueños. Pero mis pies siguen caminando. Ojalá mi miedo desapareciese y pudiese darme la vuelta, decirte mi nombre e invitarte a tomar un café. Haría que tus labios no parasen de dibujar sonrisas, que las carcajadas brotasen de los más profundo de tu alma y que dentro de unos años recordáramos lo tontos que éramos por no atrevernos a decirnos todo lo que sentíamos. Pero eso no es lo que ocurrirá. Volveré a mi apartamento vacío. Veré alguna película. Leeré algún libro. Los días seguirán pasando sin ti, únicamente compartiendo esos segundos al otro lado del mostrador. Acabaré casándome con alguien y tú con otro alguien, jamás sabrás que existía, no compartiremos historias, pero yo siempre recordaré a aquella chica de la panadería que hacía que fuese capaz de atravesar una galaxia entera por poder saber a qué huelen sus abrazos.
Noto el aire frío azotar mi cara y hacer que me encoja pero, misteriosamente, noto un poco de calor en una de mis mejillas.
¿Quiere saber qué pensó ella? Sigue la pista aquí.
Vengo de parte de ella, y decir que me he emocionado al leer qué pensaba él al respecto. Creo que, por mucho miedo que se tenga al "qué pensará la otra persona con respecto a estos sentimientos que llevo tatuados a fuego en mi corazón", al final se acaba venciendo, y se acaba confesando, por mucho terror que se sienta en ese momento. El amor siempre triunfa, o eso dicen, o eso quiero creer.
ResponderEliminar¡Felices fiestas! ^^
Besos
Y al igual que en el post de Miss Carrousel, me han encantado las metáforas y las imágenes de deseo y pasión. Voy a seguir curioseando por aquí ^^
ResponderEliminarUn saludo
¡Muchas gracias! Nos alegra mucho que os haya ido gustando nuestra historia compartida :D La verdad que nos ha encantado escribir de esta manera, ha sido una experiencia nueva. Espero verte más por aquí. Un beso muy grande.
EliminarMe ha encantado esta historia compartida. Ojalá alguna vez pudièsemos leer a la otra persona.
ResponderEliminarGenial descubrir estos lugares.
Gracias por pasarte y tomarte la molestia de comentar. Espero leerte más por aquí :). Un abrazo muy grande.
EliminarTambién vengo desde ella y es otro placer conocer algo más al chico protagonista. Realmente habrá muchas sensaciones que se queden ocultos y en secreto, en el vacío de una cabeza. Me gustó mucho.
ResponderEliminar:))
El mundo interior de las personas y sus pensamientos, tan infinito como el propio universo. Gracias por pasarte por aquí :D
EliminarVengo siguiendo la pista, no me podía quedar sin descubrir sus pensamientos.
ResponderEliminarAquí la prueba de que a veces nos paralizamos por el miedo cuando la otra persona está deseando lo mismo que nosotros.
Ay, ¡cómo somos!
Me ha gustado mucho, mucho :)
Me alegra que hayas seguido la pista :) El miedo es lo peor en esos momentos, porque puede que la otra persona también actúe por miedo. El "no" siempre lo tenemos, hay que luchar por conseguir ese "si" que termine de completarnos.
EliminarVengo de leer la parte de ella y me ha encantado vuestra historia a dos. ¡Genial! me ha enganchado por completo, pero me he quedado con las ganas que él o ella dieran el paso.
ResponderEliminarSaludos! :)
¡Hola! :D Me alegra que te haya gustado nuestra pequeña historia conectada. Un abrazo muy grande.
Eliminar¡Hola! :)
ResponderEliminarVengo de la parte de ella y que decir... ¡Me ha encantado! Como ya he escrito en la otra entrada, ante este tipo de situaciones siempre me quedo con la mosca detrás de la oreja deseando poder conocer que piensa la otra persona, ¡y aquí está!
Una historia genial y me alegro de haber conocido este blog :)
Un besito y feliz navidad!
A todos siempre se nos queda esa mosca detrás de la oreja, queriendo saber si todo lo que sentimos y pensamos es correspondido.
EliminarUn beso muy grande y felices fiestas :D
Cómo me han gustado vuestras historias, me ha parecido una muy buena idea. Espero que sigáis enganchándonos con historias tan tiernas como esta, que uno no puede parar de leer hasta llegar al final. Dan ganas de cogerles a ambos y sentarles en una mesa para que hablen, ¡o algo!
ResponderEliminarMe ha encantado leerte (leeros).
Felices fiestas :)
¡Gracias por pasarte! Si, dan ganas de eso, sentarlos a que se suelten y dejen de cerrar tanto los labios. Un fuerte abrazo y felices fiestas :)
EliminarEs genial tanto tu parte como la de Miss Carrousel.
ResponderEliminarEn la vida a veces somos un poco cobardes y no nos atrevemos a desvelar nuestros sentimientos, pero yo soy de las personas que piensan que hay que arriesgar siempre, porque hay más que ganar que que perder.
Besos y feliz navidad
Lo mejor siempre es arriesgar, el "no" ya lo tenemos, hay que luchar por el "si". Feliz navidad y un beso muy grande.
EliminarLlegué a tu blog a través del de Misa Carrousel y he de decir que me encantaron vuestros relatos. Me transmitieron muy buenas sensaciones y me quedé con ganas de más...
ResponderEliminarSaludos, nos leemos.
Nos alegra mucho haber podido transmitiros con nuestra historia :) Un beos muy grande.
EliminarOhhhh acabo de decir que daría una colleja virtual a los protas si pensaba lo mismo él jajaja... grrrrr
ResponderEliminarAishhh esos amores silenciosos... me encanta vuestra historia, me quedo aquí también
Bss ;)
Espero leerte por aquí :) Un beso muy grande.
Eliminarme he encontrado aquí porque vengo de parte de la historia de ella, y veía justo que supieras lo que pensaba de vuestra historia. espero que no te importe que copie aquí una parte del comentario que he hecho en el otro blog, porque lo que siento es lo mismo tanto por parte de él como la de ella:
ResponderEliminardecirte que me he puesto a llorar como una tonta, pero llorar de una manera que no podía parar, he tenido que interrumpir la lectura un par de veces, y es que me ha dejado rotísima. y me ha encantado el texto, los dos, y los leeré de nuevo, seguro, y me volveré a romper. porque me contagio de esa impotencia y me lleno de rabia, y lo que cambiaría todo porque uno se atreviese a callar al miedo con lo que siente, y sin embargo no cambia nada. y todo seguirá igual, y sus ganas seguirán siendo ganas y nunca actos. y me muero por ellos, de verdad que sufro. porque alguna vez he sido así de fantasiosa, de ilusa, de imaginarme en cada situación que mi mente es capaz de crear, y qué rabia el ser consciente que sólo son sueños, que son sueños que jamás se harán realidad. y cómo me duele, de verdad. hoy estoy destrozada.
(saludos)
Llegué con la misma historia que el comentario anterior. Me ha agarrado totalmente la narración. Puede sonar algo ridículo pero ¡me encanta que él haya sentido lo mismo que ella!..diría incluso que me alivia. Me fascinó. De verdad.
ResponderEliminarSaludos <3