lunes, 25 de abril de 2016

Maletas y mudanza


Ha estado genial este tiempo por aquí. He aprendido mucho y he logrado cosas que jamás pensaba que podría alcanzar. Han sido unos años preciosos, pero es hora de coger las maletas. ¿Me acompañáis?

lunes, 18 de abril de 2016

vermello

Como sigas sonriendo
de esa manera
no voy a tener más remedio
que arrancártela de un mordisco.

Como vuelvas a mirarme
con ese brillo en los ojos
no voy a tener más remedio
que follarte encima de la mesa.

Como sigas susurrándome
buscando provocarme
vas a encontrarte de cara con el lobo,
Caperucita,
y no voy a tener más remedio
que mantenerte despierta toda la noche.

Como vuelvas a reírte
y a arrugar tus pecas
no voy a tener más remedio
que besar todas las curvas de tu cuerpo.

Como vuelvas
no voy a tener más remedio
que pedirte
que no vuelvas a desaparecer.

sábado, 2 de abril de 2016

minä

Este soy yo.

El que pasa las noches
jugando a algún videojuego
para escuchar las voces de sus amigos
que ahora están lejos
y se acaba acostando tarde
porque después se pierde en alguno de sus libros.

El que le cuenta
los peores chistes para escuchar su risa,
mientras en su cabeza busca los versos
que puedan describir ese bello milagro.

El que busca
con quién compartir sus locuras,
hablar de los temas que le apasionan.

El que inventa cualquier excusa
para bajar al mar
y tumbarse sobre la arena.

El que no se atreve a hablar
sobre otras vidas,
sobre el amor,
sobre sus dudas,
y acaba discutiendo sobre trivialidades.

El que mientras todos bailan,
él se queda apartado,
con una media sonrisa
y la copa ya vacía.

El que parece indestructible,
pero se rompe en mil pedazos.

El que siempre se levanta;
el que sueña vivo
y vive soñando.

La luz y la oscuridad.

Gris.

El que deja entrever sus heridas
hablando de cicatrices.

Ese soy yo.

jueves, 11 de febrero de 2016

báisteach

Y ahí nos encontrábamos,
a la distancia justa
que me permitía ponerle olor
a tu perfume.

Ahí nos encontrábamos,
dos desconocidos bajo la lluvia.

El semáforo permanecía en rojo,
al igual que yo,
que no me atrevía a soltar
ninguna de las ingeniosas frases
que se pasaban por mi cabeza
para tener el placer de conocer
el sonido de tu risa.

Ni cuando te pillaba mirando de reojo;
ni cuando sonreías al pillarme
mirándote de reojo;
ni cuando,
medio bailando sobre uno de tus pies,
acortaste la distancia de seguridad
que solemos establecer.

"Sigue lloviendo,
confía en alguien que está empapado."

Pero esas palabras se quedaron resonando,
como un eco en mitad de la nada
dentro de mi cabeza,
cuando apartaste el paraguas
por si podrías guardarlo.

Y el semáforo se puso en verde.

Y tardamos unos segundos en cruza la calle.

Y tardamos unos segundos en tomar diferentes caminos.

Ahí nos encontrábamos,
dos desconocidos bajo la lluvia.



miércoles, 9 de diciembre de 2015

heppni

Va a ser verdad eso
de que el 7 da buena suerte,
que a veces perderse
nos ayuda a encontrar el camino.

Y yo no puedo dejar
de dar las gracias
a que hayas traído la primavera
de golpe en pleno diciembre,
envuelta en olor a puerto
y con sabor a café.

Miro de reojo
como el viento mueve tu pelo
rubia cerveza
a la vez que me cambio el nombre
por el de Kafka.

En mi cabeza
solo puedo buscar
la fórmula matemática para estirar el tiempo,
para pausarlo,
que vuelva hacia atrás,
que tus brazos no tengan que soltarse.

Volver a estar sentado a tu lado,
escuchando curiosidades azucaradas,
observando hasta el infinito
esa sonrisa por la que ejércitos emprenderían
guerras infinitas.

Escuchar cada una de tus palabras
salir de tus labios,
y recordarte que imposible
es solo un posible
con un prefijo muy feo
que alguien triste le puso
y que siempre merece la pena
por alguien que ha conseguido
volver a hacerte vibrar.

Que quizás no sea fácil,
pero soy demasiado cabezón
para renunciar a la felicidad
y a asegurarme de que no exista un día
en el que el mundo se libre de tu risa.



jueves, 12 de noviembre de 2015

tarak

Él se enamoró de ella a primera risa.
Ella cubrió todos los silencios de su vida y cambió horas de sueño por viajes a las estrellas.

Cuando su alma dejó de estar encandilada por el destello de ella, comenzaron los interrogantes, las preguntas en bucle en su cabeza (porque el corazón estaba muy cansado y pidió el relevo). Ella las esquivaba desviando el centro de gravedad, y a él le acaba pareciendo corrector no nadar en aguas más profundas (porque la cabeza estaba muy cansada y pidió el relevo).

Pasó el tiempo, y decidieron salir a nadar a un lago más profundo que encontraron por el camino. No fue hasta entonces, que se dio cuenta de que ella llevaba una mochila enorme cargada en su espalda.

Ella se empezó a hundir sin soltarse de su mano.

Él la agarró con más fuerza, intentó sacarla a flote, pero se dio cuenta de que también se estaba ahogando, ya que por fin vio que llevaba una gran mochila en su espalda.

Quizá la mejor decisión sería soltarse.

Quizá la mejor decisión sería ahogarse con ella.

Quizá la mejor decisión sería deshacerse de la carga.

viernes, 9 de octubre de 2015

drukkna

Mis brazos ya están cansados,
he decidido dejar de nadar.
Se me acaba el aire
y prefiero rendirme.

No puedo recordar
el momento exacto
en el que la habitación se comenzó a inundar,
pero supongo que no podía esconder
el océano que tenía dentro
por mucho más tiempo.

Me dijeron
que estas pastillas me ayudarían,
pero se ve que eran para aguas más dulces.

Ella dejó los grifos abiertos
y se fue.

Yo me dediqué a ignorar
el agua que me llegaba por las rodillas.
Y ahora
no hay nadie que me saque
de aquí,
que me agarre y tire de mi
y todo está más oscuro que nunca.

Expulso las últimas burbujas de oxígeno
de mis pulmones.



martes, 8 de septiembre de 2015

x

Vale,
he tardado en darme cuenta.

Las matemáticas
no son mi fuerte,
a fin de cuentas.

Me he pasado meses
intentando despejar la "x"
de nuestros problemas,
la causa de tantos
resultados inexactos
que provocaban un caos infinito
de erróneos tropiezos.

Mis cosas,
no eran "x".

Mis manías,
no eran "x".

Mis amigos,
no eran "x".

El tiempo,
la distancia,
o incluso el clima;
nada de eso era "x".

Lo siento, querida,
pero tú eres "x".

Eres la parte de la ecuación
a despejar de mi vida,
para obtener por fin el resultado exacto
y sin variables
que deje de provocar
el agujero de caos en el que me encontraba atrapado.

Al fin puedo conjugar
el verbo en pasado.

Tú eras "x".

sábado, 1 de agosto de 2015

Tinta

Pues sucedió. Ya soy de tinta y papel. Si alguien quiere unirse a este paseo por mis cicatrices, que acaba de comenzar pese a que llevase tiempo preparando los caminos, podéis conseguirme en Amazon.es (http://www.amazon.es/dp/1515200000) o en Amazon.com (para los que seáis de fuera de España) (http://amzn.com/1515200000).

Gracias a todos los que creyeron
y a los que no. Y, por supuesto, gracias a Miss Carrousel por el precioso epílogo que me escribió.



Esta es una historia sobre cicatrices. Sobre los sentimientos y tropiezos que nos marcan para siempre. Las veremos junto a nuestro cuerpo, siendo medallas de guerras pasadas. Pero, tenemos que tener cuidado con ellas. Pueden ser heridas camufladas y volver a sangrar en cualquier momento.