El que pasa las noches
jugando a algún videojuego
para escuchar las voces de sus amigos
que ahora están lejos
y se acaba acostando tarde
porque después se pierde en alguno de sus libros.
El que le cuenta
los peores chistes para escuchar su risa,
mientras en su cabeza busca los versos
que puedan describir ese bello milagro.
El que busca
con quién compartir sus locuras,
hablar de los temas que le apasionan.
El que inventa cualquier excusa
para bajar al mar
y tumbarse sobre la arena.
El que no se atreve a hablar
sobre otras vidas,
sobre el amor,
sobre sus dudas,
y acaba discutiendo sobre trivialidades.
El que mientras todos bailan,
él se queda apartado,
con una media sonrisa
y la copa ya vacía.
El que parece indestructible,
pero se rompe en mil pedazos.
El que siempre se levanta;
el que sueña vivo
y vive soñando.
La luz y la oscuridad.
Gris.
El que deja entrever sus heridas
hablando de cicatrices.
Ese soy yo.
Tengo los pelos de punta. Hacia tiempo que no me sentía tan identificada. Me ha encantado
ResponderEliminar''El que mientras todos bailan,
ResponderEliminarél se queda apartado,
con una media sonrisa
y la copa ya vacía.''
Y justamente ahí, además de tú, soy también yo.
Genial, ya lo sabes..
Creo que ya te dije por Twitter una vez lo mucho que me gusta tu blog porque es tan profundo y bonito y porque a veces ocurre el milagro y me siento identificada con algo que hayas escrito, como pasa con esto. Enhorabuena por eso y también por capturar tan bien las esencias.
ResponderEliminarUn saludo y buen fin de semana,
Patri.
Tú eres tantas cosas, grandes y pequeñas, las que nos has expuesto y las que no conoceremos nunca, pero con la poesía nos acercamos todos un poco a lo que somos.
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