Los primeros rayos de sol
entran por tu ventana,
y no puedes evitar
esbozar una sonrisa.
Una sonrisa que sólo puedo imaginar,
recordar,
ya que no es mi brazo
el que rodea tu cuerpo.
No es el choque
de mis labios contra los tuyos
el que te desea buenos días.
No soy yo
el que te hace feliz 24 horas más.
Amanece.
Mi cama es demasiado grande
para uno.
El inmaterial brazo
de la soledad es lo único
que rodea mi cuerpo.
No eres tú
la que me hace feliz 24 horas más.
(Fotografía de María Castellano)
Pero sí eres tú quien nos deja estas letras ;)
ResponderEliminarPero sí eres tú quien nos deja estas letras ;)
ResponderEliminarAmanece el alma en la mirada.
ResponderEliminarUn beso.
Oh dios mio, es el poema más lindo que leí nunca
ResponderEliminarHola! Guao!! Aun estoy algo atónita por tu poema. Es demasiado lindo me encanto! Te sigo desde ya.
ResponderEliminarUn beso *-*
http://www.entrefrasesyversos.blogspot.com/
Ayyyy, me ha encantado este poema >.<
ResponderEliminarUn beso!!
¡Precioso y triste! Me ha encantado.
ResponderEliminarCuánto duelen ciertas ausencias. Y que irremediables parecen ser a veces... Aún así, mantén la ilusión, en realidad nunca falla.
ResponderEliminar¡Un abrazo, te sigo!