desde que te fuiste
y no te veo reflejada en el espejo.
Ya no estás para decirme
"qué bien te veo hoy"
o "te sienta genial esa sonrisa".
Odio a cada gemelo
que aparece en cada uno
de los cristales pulidos.
Llevo tanto tiempo sin dormir
que perfectamente este día
podría haber durado un lustro.
Al menos, esta existencia
está tomando para mi
ese carácter infinito.
No sé dónde te has metido,
pero te busco en cada espejo,
en cada reflejo,
en cada sorbo de cerveza
y en cada inhalación de humo.
Ayer dejé de estar solo,
tu lugar ha sido sustituido
por una chica de negros cabellos,
ojos oscuros y piel pálida,
que me insulta y me grita
cada vez que me acerco al espejo.
Los rompo todos
y me tumbo, abatido,
con los puños sangrando.
Y cuanto más me grita,
más lloro,
y cuanto más lloro,
más me grita.
Pero acabo de descubrir su punto débil;
el único momento
en el que se acerca,
me abraza y me besa
es cuando me acerco al balcón de mi sexto piso,
mientras me susurra al oído con su áspera voz
"hazlo".
Creo que es preferiblemente mejor estar solo que con esa compañía. Y aunque a veces los amores no se superan, tirar por la borda toda su vida, no es la solución.
ResponderEliminarBesos
El final ha sido terriblemente brutal. Me encanta y ME ENCANTA con mayúsculas también :)
ResponderEliminarUn beso al balcón de ese sexto piso!
Vérsame en tu boca
Estoy con Raquel, el final es colosal. Pero el recorrido que te conduce a él, no se queda nada corto.
ResponderEliminarAbrazos :)
Ufff... qué duro este texto! Pero qué bien conseguido. Echaba ya de menos verte por aquí.
ResponderEliminarUn besito!
Buen domingo. Me pasaba por aquí para leerte y para agradecerte el comentario que dejaste en mi blog, me han alegrado mucho tus palabras. He llegado al séptimo verso y me ha entrado la inspiración, he tenido que hacer una pausa en la lectura para ponerme e a escribir. No creo que haya nada más maravilloso que un poema que te inspire. Ha sido maravilloso leerte, de verdad. Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarLa piel de gallina.
ResponderEliminarNo words.