miércoles, 17 de diciembre de 2014
Quid
Y deja de engañarte,
que nada de esto fue casualidad,
que lo que me llevó a ti fue la pura
causalidad.
Que fuiste
un eterno interrogante,
mientras buscaba el quid
de esos ojos que me mesmerizaban.
Ahora maldigo y agradezco
a toda fuerza magnética,
gravitacional o divina,
que nos hizo tropezar en el espacio.
Nos ponemos a prueba,
tensando nuestro aguante
diciéndonos lo irrelevante
y callando lo importante.
Charlas que pasan de puntillas
por lo que deseamos gritar,
dejando caer guiños
de lo que nuestros corazones susurran.
Atrevámonos a materializar
todas las palabras invisibles.
Y, sabiendo ya el significado,
deja que sea tu significante.
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Me has enamorado desde que ayer leí el adelanto en face; me tenías intrigada con la constante lucha casualidad/causalidad. Escribí hace algún tiempo sobre este tema (neurótica de mí, lo borré por un arrebato), pero es un tema que me fascina. Me declaro fiel al destino (ya ves, inexplicable), a eso que llamas poder gravitacional. Y a pesar de que el mundo conspire para ponerte delante de una persona, porque en serio, lo hace; cómo duelen esas palabras de puntillas y los silencios de después. Más duele no ser valiente para apostar a ser significante. Así que en casos como ese, es mejor ir con todo.
ResponderEliminarMe atrevo a decir que es lo que más me ha gustado de ti. ¿Para cuando recitado? Porque sería una pena no hacerlo :)
Miss Carrousel
Siempre es un placer leerte por aquí, Miss Carrousel. Yo también soy un absoluto creedor del destino, todo acaba pasando por algún motivo, y cada pieza forma una parte fundamental de nuestro gran puzzle, pese a que en ese momento estemos tan cerca del dibujo que no seamos capaces de admirar todos los trazos. Y me has leído la mente, pienso recitarlo :)
EliminarPero, ¿y lo bonito que es ese juego previo antes de confesarse todo lo que se dice? Ese sí, pero no, ese "me muero de ganas por estar contigo", pero prefiero seguir diciendo chorradas para hacerte reír, y que de pronto te encuentres pensándome a cualquier hora...
ResponderEliminarBesos
Eso es cierto, es un momento que se suele recordar bastante bien, pero también tiene sus peros, tiene sus momentos malos en los que la duda te devora por dentro. Un abrazo muy grande.
EliminarAntes de confesar lo que no se dice* (pequeño fallo)
ResponderEliminarNo sé si encontré este blog por causalidad o por casualidad, el caso es que me está encantando.
ResponderEliminarMe alegra mucho oír (perdón, leer, jajajaja) eso. Espero verte más a menudo por mi pequeño rincón. Un abrazo muy grande.
EliminarLlevo tiempo leyéndote por aquí. Bastante, la verdad. He de reconocer que me has enganchado desde el principio, me encanta tu forma de expresarte y de decir las cosas. Enhorabuena, tienes otra lectora incondicional. En poco tiempo te escribiré desde una cuenta. Por el momento, me limito a esto. Un abrazo.
ResponderEliminarElipsis.
Has despertado en mi una gran curiosidad por saber quién eres. Me alegra saber que llevas leyéndome desde hace tiempo y, sobre todo, que te gusta lo que escribo. Gracias por pasarte por aquí, dejar tu huella, y espero conocerte pronto. Un abrazo muy grande.
EliminarAquí tienes otra lectora incondicional :D
ResponderEliminarHe pasado una gran tarde leyendo tus entradas, me he enamorado la frase final de este poema ¡Y cómo lo recitas!
¡Quiero más! Jajajajaja muchos besos ^^